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Mensajes de Medjugorje conteniendo 'vidente'

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Era la fiesta de la Ascensión. Estaban presentes muchas personas de fuera. Nuestra Señora no dio ningún mensaje. Dijo a la vidente Marija que daría el mensaje el sábado, para que fuera comunicado a las personas el domingo.)

Ese año, la aparición duró tres minutos, luego Mirjana, toda en lágrimas, se retiró a su habitación. He aquí lo que Mirjana dijo sobre su encuentro con la Virgen:
"Recé con la Virgen tres Padrenuestros y tres Glorias: el primero fue por los no creyentes, es decir, por aquellos que aún no han conocido el amor de Dios; el otro por las almas del Purgatorio, y el tercero por las intenciones de los presentes en la aparición. La Virgen bendijo a todos los presentes y también los artículos religiosos. Durante la aparición, la Virgen no estaba alegre como lo había estado durante las apariciones anteriores en el día de mi cumpleaños. Me habló acerca de los secretos, pero no puedo decir nada acerca de eso."
La vidente Mirjana, a la pregunta de por qué había llorado y si la Virgen había dado un mensaje, respondió:
"Es tan difícil cuando la Virgen se va. El encuentro con Ella es el cumplimiento de todo, me hace sentir plena. Pero, cuando se va, me doy cuenta que estoy aquí, en la tierra, que continúo sin Ella como si hubiera sido abandonada, aunque sé que no es así. Es realmente difícil, difícil,…
En el mensaje la Virgen habló del amor que nosotros necesitamos. Su deseo es que la gente se ame recíprocamente, porque Dios es amor, y si amamos a Dios, nos amaremos los unos a los otros. Comprendí que este mensaje es un mensaje de consuelo y de que no debemos sentir miedo si tenemos amor."
El mensaje de la Virgen dice:
¡Queridos hijos! Como Madre, desde hace muchos años les enseño sobre la fe y el amor de Dios. No han demostrado gratitud ni han dado gloria al Padre querido. Se han vuelto vacíos y vuestro corazón se ha vuelto duro y sin amor hacia los padecimientos de vuestro prójimo. Yo les enseño el amor y les muestro que el Padre querido los ha amado, pero no ustedes a El. Ha sacrificado al propio Hijo por vuestra salvación, hijos míos. Mientras no amen, no conocerán el amor de vuestro Padre. No Lo conocerán, porque Dios es amor. Amen y no tengan miedo, porque hijos míos, en el amor no hay miedo. Si vuestros corazones están abiertos al Padre y si están llenos de amor hacia El, ¿por qué tener miedo de lo que viene? Tienen miedo aquellos que no aman, porque esperan castigos y saben cuan duros y vacíos son. Hijos, yo los conduzco al amor, hacia el Padre querido. Los conduzco hacía la vida eterna. La vida eterna es mi Hijo. Recíbanlo y habrán recibido el amor.

También este año la vidente Mirjana Dragicevic-Soldo tuvo la aparición anual el 18 de marzo. Después de la aparición Mirjana transmitió el mensaje de la Virgen:
¡Queridos hijos! Deseo que mediten largamente sobre este mensaje que hoy les doy a través de mi servidora. Hijos míos, grande es el amor de Dios. No cierren sus ojos, no tapen sus orejas mientras les repito: ¡grande es Su amor! Escuchen mi invitación y mi súplica que les dirijo: consagren su corazón y hagan en él la morada de Dios. Que El habite allí para siempre. Mis ojos y mi corazón estarán siempre aquí, aunque no me aparezca más. Actúen en todo como les pido y en la forma como los conduzco a Dios. No rechacen el nombre de Dios para no ser rechazados. Acepten mis mensajes, a fin de que puedan ser aceptados. Decídanse, hijos míos, es el tiempo de la decisión. Tengan un corazón justo e inocente, para que pueda conducirlos a vuestro Padre, porque estoy aquí gracias a Su gran amor. ¡Gracias por estar aquí!

La aparición comenzó a las 9.45 y duró 5 minutos. La vidente Mirjana dijo que la Virgen en sus palabras se notaba decidida. Bendijo a todos los presentes y dio el mensaje siguiente:
¡Queridos hijos! Hoy los invito al amor y a la misericordia. Den amor unos a otros como vuestro Dios les da a ustedes. Sean misericordiosos (pausa) - con el corazón. Hagan buenas obras no tardando demasiado en realizarlas. Cada acto misericordioso que sale del corazón los acerca a Mi Hijo.

La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario en la Cruz Azul. La aparición comenzó a las 13:52 y duró hasta las 13:58.
¡Queridos hijos! Hoy los invito a mirar sincera y largamente en sus corazones. ¿Qué verán en ellos? ¿Dónde está Mi Hijo en ellos y el deseo de seguirme hacia El? Hijos míos, que este tiempo de penitencia sea un tiempo en que se preguntarán: ¿qué desea personalmente de mí mi Dios? ¿Qué debo hacer? Oren, ayunen, tengan el corazón lleno de misericordia. No olviden a sus pastores. Oren para que no se pierdan, para que permanezcan en Mi Hijo a fin que sean buenos pastores de sus rebaños.
La Virgen miró a todos los presentes y continuó:
De nuevo les digo: Si ustedes supieran cuánto los amo llorarían de alegría. Gracias.

La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario en la Cruz Azul. La aparición comenzó a las 13:50 y duró hasta las 13:54.
¡Queridos hijos! Hoy los invito a amar con todo su corazón y con toda su alma. Oren por el don del amor, porque cuando el alma ama llama a sí a mi Hijo. Mi Hijo no rechaza a aquellos que lo llaman y que desean vivir según El. Oren por aquellos que no comprenden el amor, que no comprenden lo que es amar. Oren para que Dios sea un padre para ellos y no un juez. Hijos míos, sean ustedes apóstoles míos, sean mi río de amor. Yo los necesito. Gracias.

La vidente Ivanka Ivankovic-Elez tuvo su aparición anual regular el día 25 de junio del 2010. Según el testimonio de los videntes, Vicka, Marija, Ivan todavía tienen apariciones cotidianas, mientras que Mirjana, Ivanka y Jakov tienen apariciones una vez al año.
Con ocasión de la última aparición cotidiana a Ivanka, el día 7 de mayo de 1985, la Virgen, después de confiarle el último y décimo secreto, le dijo a ella que durante todo el resto de su vida tendría apariciones una vez al año, en el aniversario de las apariciones.
Ivanka tuvo la aparición en su casa y duró seis minutos, estuvo presente sólo la familia de Ivanka. Después de la aparición, la vidente Ivanka dijo: 'La Virgen me habló del 5º secreto, y al final dijo:'
Queridos hijos, reciban mi bendición maternal.

La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario en la Cruz Azul. La aparición comenzó a las 13:46 y duró hasta las 13:50.
¡Queridos hijos! Yo estoy con ustedes en nombre del Amor más grande, en nombre del buen Dios que se ha acercado a ustedes a través de mi Hijo, y les ha mostrado el verdadero amor. Yo deseo conducirlos por el camino de Dios. Deseo enseñarles el verdadero amor, que los demás lo vean en ustedes, que ustedes lo vean en los demás, que sean hermanos para ellos y que los otros vean en ustedes al hermano misericordioso. Hijos míos, no tengan temor de abrirme sus corazones. Yo, con amor materno, les mostraré lo que espero de cada uno de ustedes, lo que espero de mis apóstoles. Vengan conmigo. Les agradezco.

La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario en la Cruz Azul. La aparición comenzó a las 14:00 y duró hasta las 14:05.
¡Queridos hijos! Vengo entre ustedes porque deseo ser su Madre, su intercesora. Deseo ser un vínculo entre ustedes y el Padre celestial, su mediadora. Deseo tomarlos de las manos y caminar con ustedes en la lucha contra el espíritu impuro. Hijos míos: conságrense totalmente a mí. Yo tomaré sus vidas en mis manos maternas y les enseñaré la paz y el amor, y entonces las entregaré a Mi Hijo. A ustedes les pido que oren y ayunen, porque solamente así sabrán testimoniar, de manera correcta, a mi Hijo por medio de mi Corazón materno. Oren por sus pastores, para que unidos en mi Hijo puedan siempre, anunciar alegremente, la Palabra de Dios. Les agradezco.

La vidente Ivanka Ivankovic-Elez tuvo su aparición anual regular el día 25 de junio del 2012. Según el testimonio de los videntes, Vicka, Marija, Ivan todavía tienen apariciones cotidianas, mientras que Mirjana, Ivanka y Jakov tienen apariciones una vez al año.
Con ocasión de la última aparición cotidiana a Ivanka, el día 7 de mayo de 1985, la Virgen, después de confiarle el último y décimo secreto, le dijo a ella que durante todo el resto de su vida tendría apariciones una vez al año, en el aniversario de las apariciones.
Ivanka tuvo la aparición en su casa y duró 7 minutos, estuvo presente sólo la familia de Ivanka. Después de la aparición, la vidente Ivanka dijo: « La Virgen me habló acerca del quinto secreto y al final dijo:
Les doy mi bendición maternal. Oren por la paz, paz, paz.

La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario. La aparición comenzó a las 13:52 y duró hasta las 13:58.
¡Queridos hijos! Los invito a que con plena confianza y alegría bendigan el nombre del Señor, y que día a día le agradezcan, desde el corazón, por Su gran amor. Mi Hijo, mediante ese amor que con la cruz mostró, les ha dado la posibilidad que todo les sea perdonado, que no se deban avergonzar y ocultar, y que por temor, no le abran la puerta de vuestro corazón a mi Hijo. Por el contrario, hijos míos, reconcíliense con el Padre Celestial para que se puedan amar a sí mismos, como mi Hijo los ama. Cuando se amen a sí mismos, podrán amar a los demás, podrán ver en los demás a mi Hijo y reconocer la grandeza de Su amor. ¡Vivan en la fe! Mi Hijo, a través de mí, los prepara para las obras que El quiere realizar a través de ustedes, a través de quienes desea glorificarse. Agradézcanle. En especial, agradézcanle por los pastores, por vuestros mediadores en la reconciliación con el Padre Celestial. Yo les agradezco a ustedes, mis hijos. Gracias.

La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario. La aparición comenzó a las 13:46 y duró hasta las 13:51.
¡Queridos hijos! Como Madre deseo ayudarlos, deseo ayudarlos con mi amor materno para que abran su corazón y en él, pongan a mi Hijo en el primer lugar. Deseo que, a través de vuestro amor a mi Hijo y por medio de vuestra oración, resplandezca en ustedes la luz de Dios y los llene la misericordia de Dios. Deseo, de esta manera, ahuyentar las tinieblas y la sombra de muerte que desea envolverlos y seducirlos; deseo que sientan la alegría de la bendición de la promesa de Dios. Ustedes, hijos de los hombres, ustedes son hijos de Dios, ustedes son mis hijos. Por eso, hijos míos, vayan por los caminos donde mi amor los conduce: les enseña la humildad, la sabiduría y les hace encontrar el camino hacia el Padre Celestial. Oren conmigo por aquellos que no me aceptan y no me siguen. Debido a la dureza de su corazón, no pueden sentir la alegría de la humildad, de la devoción, de la paz y del amor, de la alegría de mi Hijo. Oren para que sus pastores, con sus manos benditas, les den siempre la alegría de la bendición de Dios. Les agradezco.

La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario. La aparición comenzó a las 13:47 y duró hasta las 13:53.
¡Queridos hijos! Les pido con todo el corazón, les pido hijos: purifiquen sus corazones del pecado y elévenlos a Dios y a la vida eterna. Les pido: estén vigilantes y abiertos a la verdad. No permitan que todo lo que es de esta Tierra los aleje del conocimiento de la verdadera felicidad que se encuentra en la unión con mi Hijo. Yo los guío por el camino de la verdadera sabiduría, porque solo con la verdadera sabiduría pueden llegar a conocer la verdadera paz y el verdadero bien. No pierdan el tiempo pidiendo signos al Padre Celestial, porque Él ya les ha dado el mayor signo: mi Hijo. Por lo tanto, hijos míos, oren para que el Espíritu Santo los pueda introducir a la verdad, los ayude a conocerla, y mediante ese conocimiento de la verdad, sean uno con el Padre Celestial y con mi Hijo. Ese es el conocimiento que da la felicidad en la Tierra y abre la puerta de la vida eterna y del amor sin límites. Les doy las gracias.

¡Queridos hijos! Os he elegido a vosotros, apóstoles míos, porque todos lleváis en vosotros algo hermoso. Vosotros me podéis ayudar a fin de que el amor por el cual mi Hijo murió, y luego resucitó, venza nuevamente. Por eso os invito, apóstoles míos, a que en toda criatura de Dios, en todos mis hijos, procuréis ver algo bueno y procuréis comprenderlos. Hijos míos, todos vosotros sois hermanos por el mismo Espíritu Santo. Vosotros que estáis llenos de amor hacia mi Hijo, podéis narrar a todos aquellos que no han conocido ese amor, lo que vosotros sabéis. Vosotros habéis conocido el amor de mi Hijo, habéis comprendido Su Resurrección, vosotros ponéis vuestros ojos con alegría en Él. Mi deseo maternal es que todos mis hijos estén unidos en el amor a Jesús. Por eso os invito, apóstoles míos, a vivir la Eucaristía con alegría, porque en la Eucaristía mi Hijo se os da siempre de nuevo, y con Su ejemplo os muestra el amor y el sacrificio por el prójimo. ¡Os doy las gracias!

Queridos hijos, abrid vuestros corazones y tratad de sentir cuánto os amo y cuánto deseo que améis a mi Hijo. Deseo que lo conozcáis lo más posible, porque es imposible conocerlo y no amarlo, porque Él es amor. Hijos míos, yo os conozco. Conozco vuestros dolores y vuestros sufrimientos porque los he vivido. Me río con vosotros en vuestras alegrías. Lloro con vosotros en vuestros dolores. Nunca os abandonaré. Siempre os hablaré maternal y dulcemente. Y yo como Madre, necesito vuestros corazones abiertos, para que con sabiduría y sencillez difundáis el amor de mi Hijo. Os necesito abiertos y sensibles al bien y a la misericordia. Os necesito unidos a mi Hijo, porque deseo que seáis felices y me ayudéis a llevar la felicidad a todos mis hijos. Apóstoles míos, os necesito para que a todos les enseñéis la verdad de Dios, a fin de que mi Corazón, que ha sufrido y también hoy padece tanto sufrimiento, pueda triunfar en el amor. Orad por la santidad de vuestros pastores, para que en nombre de mi Hijo puedan hacer milagros, porque la santidad hace milagros. ¡Os doy las gracias!

Queridos hijos, deseo actuar a través de vosotros, mis hijos, mis apóstoles, para que al final pueda reunir a todos mis hijos allí donde está todo preparado para su felicidad. Oro por vosotros, para que con las obras podáis convertir a los demás, porque ha llegado el tiempo de las obras de la verdad, de mi Hijo. Mi amor obrará en vosotros, me serviré de vosotros. Tened confianza en mí, porque todo lo que deseo, lo deseo para vuestro bien, eterno bien, creado por el Padre Celestial. Vosotros, hijos míos, apóstoles míos, vivís la vida terrena en comunidad con mis hijos que no han conocido el amor de mi Hijo, aquellos que a mí no me llaman Madre. Pero no tengáis miedo de dar testimonio de la verdad, porque, si vosotros no tenéis miedo y dais testimonio con valor, la verdad milagrosamente vencerá. Pero recordad: ¡la fuerza está en el amor! Hijos míos, el amor es arrepentimiento, perdón, oración, sacrificio y misericordia. Si sabéis amar con las obras convertiréis a los demás, permitiréis que la luz de mi Hijo penetre en las almas. ¡Os doy las gracias! Orad por vuestros pastores, ellos pertenecen a mi Hijo, Él los ha llamado. Orad para que siempre tengan la fuerza y el valor de brillar con la luz de mi Hijo.

Queridos hijos, os invito a difundir la fe en mi Hijo, vuestra fe. Vosotros, mis hijos, iluminados por el Espíritu Santo, mis apóstoles, transmitidla a los demás, a aquellos que no creen, no saben y no quieren saber. Por eso vosotros debéis orar mucho por el don del amor, porque el amor es un rasgo distintivo de la verdadera fe, y vosotros seréis apóstoles de mi amor. El amor revive siempre y de nuevo, el dolor y el gozo de la Eucaristía, revive el dolor de la Pasión de mi Hijo, con la cual Él os ha mostrado lo que significa amar inmensamente; revive el gozo de haberos dejado Su Cuerpo y Su Sangre para nutriros de sí mismo y ser así uno con vosotros. Al miraros con ternura siento un amor inmenso, que refuerza en mí el deseo de conduciros a una fe firme. Una fe firme os dará en la Tierra gozo y alegría y al final, el encuentro con mi Hijo. Ese es Su deseo. Por eso vividlo a Él, vivid el amor, vivid la luz que os ilumina siempre en la Eucaristía. Os pido que oréis mucho por vuestros pastores, que oréis para que tengáis el mayor amor posible hacia ellos, porque mi Hijo os los ha dado para que os nutran a vosotros con Su Cuerpo y os enseñen el amor. Por eso amadlos también vosotros. Sin embargo, hijos míos recordad: el amor significa soportar y dar, y jamás, jamás juzgar. ¡Os doy las gracias!

Queridos hijos, Yo, como Madre que ama a sus hijos, veo qué difícil es el tiempo en el que vivís. Veo vuestro sufrimiento. Pero debéis saber que no estáis solos. Mi Hijo está con vosotros. Está en todas partes: es invisible, pero lo podéis ver si lo vivís. Él es la luz que os ilumina el alma y os concede la paz. Él es la Iglesia que debéis amar y por la que siempre debéis orar y luchar; pero no solo con las palabras sino con las obras de amor. Hijos míos, haced que todos conozcan a mi Hijo, haced que sea amado, porque la verdad está en mi Hijo nacido de Dios, Hijo de Dios. No perdáis el tiempo en reflexionar demasiado, os alejaréis de la verdad. Con un corazón simple aceptad Su Palabra y vividla. Si vivís Su Palabra, amaréis con un amor misericordioso. Os amaréis los unos a los otros. Cuanto más améis, más lejos estaréis de la muerte. Para aquellos que vivan la Palabra de mi Hijo y la amen, la muerte será la vida. ¡Os doy las gracias! Orad para que podáis ver a mi Hijo en sus pastores, orad para que lo podáis abrazar en ellos.

Queridos hijos, queridos apóstoles míos del amor, mis portadores de la verdad, os invito nuevamente y os reúno en torno a mí para que me ayudéis, para que ayudéis a todos mis hijos sedientos del amor y de la verdad, sedientos de mi Hijo. Yo soy una gracia enviada por el Padre Celestial para ayudaros a vivir la Palabra de mi Hijo. Amaos los unos a los otros. Yo viví vuestra vida terrena y sé que no es siempre fácil, pero si os amáis unos a otros, oraréis con el corazón y alcanzaréis cumbres espirituales y se abrirá para vosotros el camino hacia el Paraíso. Allí os espero yo, vuestra Madre, porque estoy allí. Sed fieles a mi Hijo y enseñad la fidelidad a los demás. Estoy con vosotros, os ayudaré. Os enseñaré la fe para que sepáis transmitirla de manera correcta a los demás. Os enseñaré la verdad para que sepáis discernir. Os enseñaré el amor para que conozcáis lo que es el verdadero amor. Queridos hijos, mi Hijo logrará hablar a través de vuestras palabras y de vuestras obras. ¡Os doy las gracias!

Queridos hijos, aquí estoy entre vosotros para alentaros, para llenaros con mi amor y para invitaros nuevamente a ser testigos del amor de mi Hijo. Muchos de mis hijos no tienen esperanza, no tienen paz, no tienen amor. Ellos están buscando a mi Hijo, pero no saben cómo ni dónde encontrarlo. Mi Hijo les abre a ellos sus brazos, y vosotros ayudadlos a que lleguen a Su abrazo. Hijos míos, por eso debéis orar por el amor. Debéis orar mucho, mucho para que tengáis siempre más amor, porque el amor vence la muerte y hace que la vida perdure. Apóstoles de mi amor, hijos míos, con un corazón simple y sincero uníos siempre en oración por más lejos que estéis unos de otros. Animaos mutuamente en el crecimiento espiritual, como yo os animo a vosotros. Yo velo por vosotros y estoy junto a vosotros siempre que pensáis en mí. Orad también por vuestros pastores, por aquellos que han renunciado a todo por mi Hijo y por vosotros. Amadlos y orad por ellos. El Padre Celestial escucha vuestras oraciones. Os doy las gracias.

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