Lengua 

Actualizaciónes  | Medjugorje  | Mensajes  | Artículos y Noticias  | Videos[EN]  | Galería[EN] | Mapa del Sitio  | Sobre[EN]

www.medjugorje.ws » Text version » Mensajes de Medjugorje » Mensajes de Medjugorje conteniendo 'iglesia'

Mensajes de Medjugorje conteniendo 'iglesia'

Total found: 25
También esta noche, queridos hijos, les estoy especialmente agradecida por haber venido aquí. Adorad sin cesar al Santísimo Sacramento del Altar. Yo estoy siempre presente cuando los fieles están en adoración. En esos momentos se obtienen gracias particulares. Gracias por haber respondido a mi llamado!
(Este día, como cada jueves por la noche, los fieles estaban adorando al Santísimo Sacramento, pero esa noche en particular fue notable que muchos hombres permanecieran en la Iglesia para la adoración, a pesar de que habían trabajado intensamente en los campos.)

Era martes. Esta aparición ocurrió inesperadamente. Ivan estaba orando en su casa. Luego comenzó a alistarse para ir a la iglesia, a la liturgia vespertina. Improvisadamente se le apareció Nuestra Señora y le pidió que transmitiera el siguiente mensaje a la gente:
Pido a las personas que oren Conmigo estos días y que oren lo más posible. Que ayunen además estrictamente los miércoles y los viernes; que recen cada día cuando menos el Rosario completo: los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos.
Nuestra Señora pidió a la gente que aceptara este mensaje con voluntad firme. Ella pidió esto en particular a los parroquianos y a los fieles de los lugares circunvecinos.

Este mensaje fue dado a la parroquia a través de Jakov en su casa. El no había ido a la iglesia ese día porque no se sentía bien. Este es el mensaje:
¡Queridos hijos! Que todas las oraciones que hagan por la noche en sus casas sean por la conversión de los pecadores, porque el mundo está en pecado grave. Recen el Rosario cada noche.

¡Queridos hijos! Los exhorto a invitar a todos a rezar el Rosario. Con el Rosario, ustedes vencerán todos los obstáculos que Satanás quiere poner en estos tiempos a la Iglesia Católica. Gracias por haber respondido a mi llamado!
Nuestra Seora dio este mensaje a Marija Pavlovic, cuando ella le preguntó, "Querida Gospa, qué quisieras decirles a los sacerdotes?" y la Virgen contestó:
Ustedes, los sacerdotes, recen el Rosario, concedan tiempo al rezo del Rosario.

¡Queridos hijos! Hoy los invito a trabajar en la Iglesia. Yo los amo a todos por igual y deseo que todos trabajen, cada cual según su capacidad. Yo sé, queridos hijos, que ustedes pueden pero que no lo hacen porque se consideran demasiado limitados e insignificantes para esas cosas. Sean valientes y ofrezcan pequeas flores a la Iglesia y a Jesús, para que todos podamos sentirnos satisfechos. Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Queridos hijos! También hoy los llamo a todos a que se decidan a vivir los mensajes. Dios me ha concedido también en este ao, que la Iglesia me ha consagrado, poder hablarles e invitarlos a la santidad. Queridos hijos, pidan a Dios las gracias que El les concede a través mío. Yo estoy dispuesta a interceder ante Dios por todo aquello que ustedes buscan, porque Dios me ha permitido obtener esas gracias para ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Queridos hijos! Dios quiere hacerlos santos y por eso los invita a través mío al abandono total. Que la Santa Misa sea para ustedes la vida. Dénse cuenta, que la Iglesia es la Casa de Dios, el lugar donde Yo los reúno y deseo mostrarles el camino que conduce a Dios. Vengan y oren! No miren a los demás y no murmuren de ellos. Que sus vidas sean más bien un testimonio en el camino de la santidad. Las iglesias son sagradas y merecen respeto, porque Dios -que Se hizo hombre- vive en ellas día y noche. Por tanto, hijitos, crean y oren para que el Padre les acreciente su fe y después pidan lo que necesiten. Yo estoy con ustedes y me regocijo por su conversión y los protejo con mi manto materno. Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Queridos hijos! También hoy deseo decirles: Yo estoy con ustedes, incluso en estos días llenos de desasosiego en los que Satanás desea destruir todo lo que Yo y mi Hijo Jesús estamos edificando. De manera especial, él desea destruir sus almas. El desea apartarlos tan lejos como le sea posible de la vida cristiana así como de los mandamientos a los que la Iglesia los llama, de tal manera que ustedes los abandonen. Satanás desea destruir todo lo que es santo en ustedes y alrededor de ustedes. Por eso, hijitos, oren, oren, oren, a fin de que sean capaces de comprender todo lo que Dios les está dando por medio de mi venida. Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Queridos hijos! Hoy los bendigo con mi bendición maternal y los invito a todos a la conversión. Yo deseo que cada uno de ustedes se decida por un cambio de vida y que cada uno de ustedes trabaje más en la Iglesia, no con palabras y pensamientos sino con el ejemplo, de tal manera que sus vidas puedan ser un testimonio gozoso para Jesús. Ustedes no pueden decir que están convertidos, porque su vida debe ser una conversión diaria. A fin de entender lo que deben hacer, hijitos, oren y Dios les hará comprender lo que ustedes concretamente hacer y en lo que deben cambiar. Yo estoy con ustedes y los coloco a todos bajo mi manto. Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Queridos hijos! Yo estoy con ustedes y hoy me regocijo porque el Altísimo me ha concedido estar con ustedes para instruirlos y guiarlos por el camino de la perfección. Hijitos, Yo deseo que ustedes sean un hermoso ramillete que deseo presentar a Dios el Día de Todos los Santos. Yo los invito abrirse y a vivir tomando a los Santos como ejemplo. La Madre Iglesia los ha escogido para que ellos sean un estímulo para ustedes en su vida diaria. Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Queridos hijos! Hoy los invito a la conversión. Este es el mensaje más importante que les he dado aquí. Hijitos, deseo que cada uno de ustedes sea portador de mis mensajes. Los invito, hijitos, a vivir los mensajes que les he dado durante estos años. Este tiempo es un tiempo de gracia. Especialmente ahora que también la Iglesia los invita a la oración y a la conversión. También Yo, hijitos, los invito a vivir mis mensajes que les he dado durante este tiempo, desde que me aparezco aquí. Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Queridos hijos! También hoy estoy con vosotros, y nuevamente los llamo a todos para que se acerquen a mí con sus oraciones. Los invito de manera especial a la renuncia en este tiempo de gracia. Hijitos, mediten y vivan a través de vuestros pequeños sacrificios la Pasión y Muerte de Jesús por vosotros. Unicamente, si se acercan a Jesús, comprenderán el amor inconmensurable que El tiene por cada uno de vosotros. A través de la oración y la renuncia llegarán a estar más abiertos al don de la fe y del amor hacia la Iglesia y hacia las personas que los rodean. Yo los amo y los bendigo.Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario del mensaje


¡Queridos hijos! Los invito a la oración de corazón. De manera especial, hijitos, los invito a que oren por la conversión de los pecadores, de aquellos que con la espada del odio y sus blasfemias cotidianas traspasan mi corazón y el Corazón de mi Hijo Jesús. Hijitos, oremos por todos los que no desean conocer el amor de Dios, aunque están en la Iglesia. Oremos para que se conviertan, a fin de que la Iglesia resucite en el amor. Hijitos, únicamente con el amor y la oración, podrán vivir este tiempo que les ha sido dado para la conversión. Pongan a Dios en primer lugar, así, Jesús Resucitado llegará a ser su amigo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario del mensaje


¡Queridos hijos! Hoy deseo abrir mi corazón materno a ustedes e invitarlos a todos a orar por mis intenciones. Deseo renovar con ustedes la oración e invitarlos al ayuno, el cual deseo ofrecer a mi Hijo Jesús por la llegada de un tiempo nuevo, un tiempo de primavera. En este año jubilar, muchos corazones se han abierto a mí y la Iglesia se renueva en el Espíritu. Me regocijo con ustedes y agradezco a Dios por este regalo, y a ustedes hijitos, los invito: oren, oren, oren, hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes. (Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario del mensaje


Ivanka tuvo la aparición en presencia de su familia. Ivanka testimonió que la Virgen estaba contenta y que le habló acerca del futuro de la Iglesia, y le dio el siguiente mensaje:
¡Queridos ángeles! Gracias por sus oraciones porque a través de ellas se cumple mi plan. Por eso ángeles, oren, oren, oren, a fin de que mi plan se cumpla. Reciban mi bendición maternal.

Queridos hijos, estoy aquí entre vosotros como una Madre que desea ayudaros a conocer la verdad. Mientras vivía en la Tierra vuestra vida, yo tenía el conocimiento de la verdad y con eso, un pedacito del Paraíso en la Tierra. Por eso a vosotros, mis hijos, os deseo lo mismo. El Padre Celestial desea corazones puros, colmados del conocimiento de la verdad. Él desea que améis a todos aquellos que encontráis, porque yo también amo a mi Hijo en todos vosotros. Este es el inicio del conocimiento de la verdad. A vosotros os ofrecen muchas verdades falsas. Las podréis superar con un corazón purificado por medio del ayuno, la oración, la penitencia y el Evangelio. Esa es la única verdad y es la verdad que mi Hijo os ha dejado. No debéis analizarla mucho. Se pide de vosotros, como yo también lo hacía, que améis y deis. Hijos míos, si amáis, vuestro corazón será una morada para mi Hijo y para mí, y las palabras de mi Hijo, serán guía para vuestra vida. Hijos míos, me serviré de vosotros, apóstoles del amor, para ayudar a mis hijos a conocer la verdad. Hijos míos, yo siempre he orado por la Iglesia de mi Hijo, por eso, a vosotross os pido que hagáis lo mismo. Orad para que vuestros pastores resplandezcan con el amor de mi Hijo. ¡Os doy las gracias!

Queridos hijos, vosotros sois mi fuerza. Vosotros, apóstoles míos, que con vuestro amor, humildad y el silencio de la oración, hacéis que mi Hijo sea conocido. Vosotros vivís en mí. Vosotros me lleváis en vuestro corazón. Vosotros sabéis que tenéis una Madre que os ama y que ha venido a traer amor. Os miro en el Padre Celestial, miro vuestros pensamientos, vuestros dolores, vuestros sufrimientos y se los presento a mi Hijo. No tengáis miedo, no perdáis la esperanza, porque mi Hijo escucha a su Madre. Él ama desde que nació, y yo deseo que todos mis hijos conozcan este amor; que regresen a Él quienes, a causa del dolor e incomprensión, lo han abandonado, y que lo conozcan todos aquellos que jamás lo han conocido. Por eso vosotros estáis aquí, apóstoles míos, y yo como Madre, estoy con vosotros. Orad para que tengáis la firmeza de la fe, porque el amor y la misericordia provienen de una fe firme. Por medio del amor y de la misericordia, ayudaréis a todos aquellos que no son conscientes de que eligen las tinieblas en lugar de la luz. Orad por vuestros pastores, porque ellos son la fuerza de la Iglesia que mi Hijo os ha dejado. Por medio de mi Hijo ellos son los pastores de las almas. ¡Os doy las gracias!

Queridos hijos, Yo, como Madre que ama a sus hijos, veo qué difícil es el tiempo en el que vivís. Veo vuestro sufrimiento. Pero debéis saber que no estáis solos. Mi Hijo está con vosotros. Está en todas partes: es invisible, pero lo podéis ver si lo vivís. Él es la luz que os ilumina el alma y os concede la paz. Él es la Iglesia que debéis amar y por la que siempre debéis orar y luchar; pero no solo con las palabras sino con las obras de amor. Hijos míos, haced que todos conozcan a mi Hijo, haced que sea amado, porque la verdad está en mi Hijo nacido de Dios, Hijo de Dios. No perdáis el tiempo en reflexionar demasiado, os alejaréis de la verdad. Con un corazón simple aceptad Su Palabra y vividla. Si vivís Su Palabra, amaréis con un amor misericordioso. Os amaréis los unos a los otros. Cuanto más améis, más lejos estaréis de la muerte. Para aquellos que vivan la Palabra de mi Hijo y la amen, la muerte será la vida. ¡Os doy las gracias! Orad para que podáis ver a mi Hijo en sus pastores, orad para que lo podáis abrazar en ellos.

Queridos hijos, yo estoy siempre con vosotros, porque mi Hijo os ha confiado a mí. Y vosotros hijos míos, vosotros me necesitáis, me buscáis, venís a mí y alegráis mi Corazón materno. Yo tengo y siempre tendré amor para vosotros, para vosotros que sufrís y que ofrecéis vuestros dolores y sufrimientos a Mi Hijo y a mí. Mi amor busca el amor de todos mis hijos y mis hijos buscan mi amor. Por medio del amor, Jesús busca la comunión entre el Cielo y la Tierra, entre el Padre celestial y vosotros, mis hijos, su Iglesia. Por eso necesitamos orar mucho, orar y amar la Iglesia a la cual pertenecéis. Ahora la Iglesia está sufriendo y necesita apóstoles que, al amar la comunión, al testimoniar y dar, muestren los caminos de Dios. Necesita apóstoles que, viviendo la Eucaristía con el corazón, realicen grandes obras; necesita de vosotros, mis apóstoles del amor. Hijos míos, la Iglesia ha sido perseguida y traicionada desde sus inicios, pero ha crecido día a día. Es indestructible, porque mi Hijo le ha dado un corazón: la Eucaristía. La luz de Su Resurrección ha brillado y brillará sobre ella. ¡Por eso no temáis! Orad por vuestros pastores para que tengan la fuerza y el amor de ser puentes de salvación. ¡Os doy las gracias!

Queridos hijos, como Madre me siento feliz de estar en medio de vosotros, porque deseo hablaros nuevamente de las palabras de mi Hijo y de Su amor. Espero que me aceptéis con el corazón, porque las palabras de mi Hijo y Su amor, son la única luz y esperanza en la oscuridad del presente. Esta es la única verdad, y vosotros, que la aceptaréis y la viviréis, tendréis corazones puros y humildes. Mi Hijo ama a los puros y a los humildes. Los corazones puros y humildes dan vida a las palabras de mi Hijo: las viven, las difunden y buscan la forma de que todos las escuchen. Las palabras de mi Hijo hacen renacer a quienes las escuchan, las palabras de mi Hijo hacen que regresen el amor y la esperanza. Por eso, mis queridos apóstoles, hijos míos, vivid las palabras de mi Hijo. Amaos como Él os ha amado. Amaos en Su nombre y en Su memoria. La Iglesia progresa y crece gracias a aquellos que escuchan las palabras de mi Hijo, gracias a aquellos que aman, gracias a aquellos que sufren y padecen en silencio y en la esperanza de la redención definitiva. Por eso queridos hijos míos, que las palabras de mi Hijo y Su amor estén en el primer y último pensamiento del día. ¡Os doy las gracias!

Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

 

PC version: Esta página | Medjugorje | Apariciones  | Mensanjes  | Artículos  | Galería[EN]  | Medjugorje Videos[EN]