Lengua 
¡Queridos hijos! Hoy los invito para que a través de la oración se abran a Dios, como la flor se abre a los rayos matinales del sol. Hijitos, no temáis. Yo estoy con vosotros e intercedo por cada uno para que vuestro corazón reciba el don de la conversión. Hijitos, únicamente así comprenderán la importancia de la gracia en estos tiempos y Dios estará más cerca de vosotros. Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario del mensaje


25 de marzo de 1998 [O] (Mensual)
25 de mayo de 1998 [O] (Mensual)
 
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja