Lengua 
¡Queridos hijos! Hoy los invito a una renovación de la oración en sus familias, porque de esa manera cada familia se convertirá en un gozo para mi Hijo Jesús. Por eso, queridos hijos, oren y dediquen más tiempo a Jesús y entonces ustedes serán capaces de comprender y aceptarlo todo, aún las enfermedades y las cruces más difíciles. Yo estoy con ustedes y deseo introducirlos a mi Corazón y protegerlos, pero ustedes todavía no se han decidido. Por eso, queridos hijos, Yo deseo que ustedes oren para que, por medio de la oración, me permitan ayudarles. Gracias por haber respondido a mi llamado!

25 de diciembre de 1991 [O] (Mensual)
25 de febrero de 1992 [O] (Mensual)
 
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