Lengua 
¡Queridos hijos! También hoy los invito a acercarse a mi corazón. Unicamente así comprenderán el don de mi presencia aquí entre ustedes. Deseo, hijitos, conducirlos al corazón de mi Hijo Jesús. Pero ustedes se resisten y no quieren abrir sus corazones a la oración. Los llamo nuevamente, hijitos, no sean sordos, únicamente así comprenderán que mi llamado es la salvación para ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario del mensaje


25 de agosto de 2003 [O] (Mensual)
25 de octubre de 2003 [O] (Mensual)
 
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